La terapia sexológica* se centra en mejorar la sexualidad para disfrutarla de manera plana y sana, sin tabúes, mitos o falsas creencias que la limiten. Permite evaluar las dificultades que pueda haber en la salud sexual o en el área sexual de la persona, para intervenir en ellas.
¿Qué dificultades se pueden tratar en terapia sexológica?
- Creencias disfuncionales y miedos relacionados con el sexo
- Problemas de erección
- Eyaculación precoz o retardada
- Falta o ausencia de deseo sexual
- Fobia o aversión al sexo
- Vaginismo o dolor en el coito
- Dificultad para llegar al orgasmo
- Insatisfacción sexual general
- Parafilias
- Dificultad en la gestión emocional de la orientación o identidad sexual
- Cualquier preocupación relacionada con el sexo
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*en ninguna circunstancia se valorará ningún aspecto físico de los pacientes, ni se interaccionará sexualmente de ninguna manera. Como profesional, puedo dar pautas sobre cómo mejorar la sexualidad o dar consejos sobre cómo obtener mayor placer sexual o incluso qué ayudas externas se pueden usar, pero nunca participaré de la actividad sexual de ningún paciente.